La contaminación del aire representa un importante riesgo medioambiental para la salud de la población y por eso la medición de la calidad del mismo es importante. El valor máximo permitido por la OMS para cualquier lugar es de 25 µg/m3, es decir que valores mayores a eso, representan riesgo sanitario para las personas que allí viven. El experimento en cuestión arrojó resultados promedio de 8 µg/m3 para Nono, muy por debajo del máximo permitido. Y sabemos que cuanto más bajos sean los niveles de contaminación del aire mejor será la salud cardiovascular y respiratoria de la población, tanto a largo como a corto plazo.
“Experimento participativo de calidad de aire: una experiencia de ciencia ciudadana y políticas públicas”, es un experimento internacional del que Nono es parte. Se originó en la Universidad de Cambridge, y llegó a nuestro país a través del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible con el acompañamiento del PNUD y la Secretaría de Ambiente de la provincia de Córdoba.
Desde octubre de 2020 hasta febrero de 2021, 12 localidades del interior cordobés se sumaron gestionando que ciclistas incorporaran a sus recorridos habituales un aparato para medir la cantidad de polvo en suspensión, que es un indicador de la calidad del aire.
Los resultados del experimento son importantes porque los mapas obtenidos permiten visualizar algunos aspectos de la dinámica del uso de las trazas urbanas y dar recomendaciones que pueden servir para prevenir la contaminación.
El material particulado medido en este experimento se constituye de partículas muy pequeñas suspendidas en el aire. Éstas pueden provenir de todas las clases de combustión, como la de los motores de los automóviles, camiones, fábricas, quemas de madera, quemas agrícolas y otras actividades, inclusive el polvo levantado por el viento. Se le considera un contaminante atmosférico por sus efectos nocivos sobre la salud, los ecosistemas y los patrimonios socio-culturales en general.
